Pese a que la primera casi no tiene lugar, Fran Rivera ha vivido tres bodas. Dos de ellas, con la misma mujer. La primera fue apodada ‘la boda de las mantillas’, por el despliegue de encajes y peinetas que se vieron desfilar en 1998 durante su ‘sí, quiero’ con Eugenia Martínez de Irujo. La siguiente, en 2013, también tomó el nombre de un accesorio para la cabeza, ‘la boda de las chisteras’. Su primer enlace con Lourdes Montes –el civil- obligó a todos los invitados a llevar cubiertas las cabezas. Y esto dio como resultado algunos looks inolvidables.

Tanto ellas como ellos debían recurrir un complemento que coronara su atuendo. Los hombres, sin excusa, optaron por chisteras; mientras que ellas se decantaron por tocados, pamelas y algún que otro sombrero de imponente presencia.

Una vez Fran Rivera hubo obtenido la nulidad matrimonial de su unión con Eugenia por el Tribunal de La Rota, puso en marcha la maquinaria necesaria para hacer realidad su sueño de casarse por la iglesia con Lourdes. Los dos, devotísimos y creyentes, se sentían casi a ‘medio casar’, sin tener el visto bueno eclesiástico. Apenas un año más tarde, lo hacían realidad. 

BODA LOURDES FRAN
GTRES

Fueron dos bodas bastante más discretas que la que nos dejó su primer matrimonio, un enlace al que estuvo invitada desde la infanta Elena, pasando por Rocío Jurado o Raphael. Para los siguientes casorios se invitó a la flor y nata sevillana, nombres importantísimos del mundo del espectáculo y de los negocios. Por no hablar, por supuesto, de la familia de cada uno. Y, teniendo en cuenta que los Rivera son sinónimo de prensa, también contó con un nutridísimo número de invitados e invitadas que impactaron con sus correspondientes estilismos.

Tana Rivera

BODA LOURDES FRAN
GTRES

Cuando Fran Rivera y Lourdes Montes se casaron, Tana aún no había cumplido la mayoría de edad. Estas fotografías, en las que la joven es el vivo retrato de su abuela Carmen Ordóñez, se despixelaron a posteriori. La jovencita ejerció de madrina en el enlace religioso de su progenitor y, a pesar de su corta edad, fue una de las invitadas más elegantes de la celebración. 

Cayetana deslumbró con esta pieza de un solo hombro, vaporosa y con inspiración flamenca, que ya forma parte del olimpo de las madrinas más elegantes. Si su abuela despuntó en la primera boda de Fran, la adolescente lo hizo la segunda. 

Eva González

BODA LOURDES FRAN
GTRES

Eva González solo estuvo en la boda civil de Fran y Lourdes. A la religiosa, que tuvo lugar 10 meses más tarde, no acudió. Para entonces, la presentadora y Cayetano habían roto su relación, aunque después volverían a retomarla. 

Eva González, con este diseño exclusivo del diseñador Antonio García, fue una de las mejor vestidas de la celebración; que tuvo lugar en la finca familiar de Ronda. Como la invitación marcaba específicamente que ellos debían acudir con chistera y ellas con sombrero, la sevillana se decantó por una pamela espectacular en color empolvado, a juego con su delicado vestido. Solo rompía la monocromía de su estilismo el verde esmeralda de su cartera de mano. 

Sibi Montes

BODA LOURDES FRAN
GTRES

Inspiración helénica para la hermana de Lourdes Montes. A la boda religiosa, la psicóloga acudió con este vestido de gasa, con falda degradé con accesorios dorados. 

Peinado romántico y brazalete metalizado, unos detalles que, sin duda, recordaban a aquellos por los que había apostado Tana Rivera, probablemente aconsejada por la propia Lourdes, con un exquisito gusto para la moda. 

Rocío Martín Berrocal

BODA LOURDES FRAN
GTRES

Rocío Martín Berrocal, como no podía ser de otra manera, eligió un diseño de su hermana Vicky para el gran día (civil) de Fran Rivera y Lourdes Montes. 

Un vestido de encaje rosa chicle que contrastaba con el negro de sus complementos. "No se puede soportar lo guapa que vas, ¡olé!", le dedicó entonces su hermana y creadora de su estilismo. 

Rocío fue una de las invitadas más discretas en lo que se refiere a accesorios para la cabeza. En su caso, coronó su moño bajo con una favorecedora diadema con pequeñas rosas negras. 

Virginia Troconis (1) y (2)

BODA LOURDES FRAN
GTRES

Virginia Troconis acudió por partida doble. En la boda civil, la venezolana apostó por un vestido tipo cóctel, por la rodilla, con diseño de encaje y un color que pudo haber sido muy polémico, ya que fue demasiado claro. Sus complementos iban en tonos plateados y el tocado que escogió fue uno de los más llamativos de la jornada, ¡parecía salida de las carreras de Ascott!

BODA LOURDES FRAN
GTRES

El look que Virginia Troconis eligió para la boda de 2014 fue, sin duda, uno de los más especiales del día. La esposa de Manuel Díaz se notaba más confiada con esta pieza bicolor, compuesta por falda drapeada -¡todo un acierto!- y cuerpo con transparencias. Lo más llamativo del look era la especie de pétalos rojos, que se posaban sobre uno de sus hombros. Delicadeza en estado puro.

Lourdes Parejo 

BODA LOURDES FRAN
GTRES

Si arriba hemos hablado de la madrina, también toca hablar de la madre de la novia. Tana Rivera ejerció un soberbio papel de madrina de su padre y Lourdes Parejo, que casaba a su hija Lourdes, también estuvo más que a la altura. 

La progenitora de la novia jugó con los encajes y las superposiciones para esta boda de día. El modelo que vistió fue una creación de su propia hija, que entonces empezaba en el mundo del diseño. Lourdes Montes, junto a su hermana Sibi, montó un taller para novias e invitadas, que no fue el triunfo que ella esperaba. Con los años, ella acabó especializándose en la moda flamenca, donde ha encontrado un importante nicho con la firma Miabril. 

Lo mejor del look de Lourdes Parejo fue, si duda, el maquillaje y la peluquería escogidos. Un estilo 'old hollywood' con ondas muy favorecedoras, que volvió a repetir cuando su segunda hija contrajo matrimonio.  

Pilar Parejo (mujer de José Manuel Soto y tía de Lourdes)

BODA LOURDES FRAN
GTRES

Pilar Parejo es la tía de Lourdes Montes y, además, está casada con el cantante José Manuel Soto. Para la boda en Ronda, la sevillana se dejó seducir por la idea de las chisteras y optó por el tocado más original de todos: una versión femenina del clásico sombrero de copa, en este caso realizada en materiales más ligeros como la rafia. Todo un acierto que la convirtió en una de las mejor 'tocadas' de la boda. 

Para el resto del estilismo jugó con los tonos azules, que tan bien sientan a una piel y unos ojos como los suyos.